jueves, 31 de octubre de 2013

Formando Artistas, paso a paso...

La Escuela Superior de Arte Escénico Lavalle, además de las Carreras de formación profesional, brinda diversos talleres de expresión artística para todas las edades. Entre ellas se encuentran teatro, preparación vocal, danzas y canto. 

Juan Pablo Ríos, dicta clases de teatro en la Escuela Lavalle hace 4 años, con grupos que van desde los 6 a los 60 años. Nos cuenta que “En los primeros años se ve lo que es integración, armado de escenas, estructuras; porque recién están entrado al espacio y empiezan a conocerlo dentro de la escena y el juego.” Además destaca que uno de los ejes más importantes es la improvisación y el juego, se trabaja con esto a partir de una consigna, para que los chicos no estén tan pendientes del texto y puedan jugar en escena. 

Por otra parte, Pablo Benegas ex alumno de la Carrera de Interprete Profesional es actualmente profesor de bailes, especialmente de Hip Hop, nos comentó “Mi trabajo consiste en formar artistas completos, como lo llamamos nosotros, que no se dediquen solamente a un rubro en especial, que complementen todo e integren todo en lo que nosotros llamamos comedia musical. Hoy en día hay que saber hacer de todo, por eso mi trabajo acá es formar mentes y cuerpos para que se expresen de forma artística y que enseñen algo.” 

Nos cuenta además que trabaja con chicos desde los 9 años, con grupos de preadolescentes y adolescentes. Es un entrenamiento muy exigente que incluye flexiones de brazos, giros múltiples, todo lo que sea fuerza y flexibilidad, y hacer como mínimo dos piruetas. Además trabajan mucho con el “free style”. 

Y agregó que en su grupo de Street Dance enfatiza mucho en la conexión entre cuerpo y mente, "trabajamos sobre los miedos, trabajamos sobres las inquietudes, las ansias, todo para poder liberar la mente. No sólo estamos formando artistas, sino personas. Yo profundizo mucho en la liberación de todo eso."

A partir de este año se incorporaron dos nuevas profesoras de canto y vocalización para todas las edades. Una de ellas es Rossy Molina, preparadora vocal, quien destaca que lo más importante es la colocación de la voz y la entonación. Sin embargo, durante las clases se trabajan diferentes aspectos, como la relajación del cuerpo, la respiración, la relajación de las cuerdas vocales a través de algunas consonantes, para que a fin de año puedan lograr una voz hablada ya que los chicos tienen que bailar, cantar y hablar en las obras. 

Por último Florencia Lopardo, da clases a los más pequeños de 6 a 10 años. La joven profesora nos confesó: “nunca tuve mucha onda con los nenes, entonces cuando Claudia me dijo tenés que darles clases a los niños, me asusté un poco. Pero después todo lo contrario, ahora llego y vienen a abrazarme, me llevo re bien y me está empezando a gustar la idea de trabajar con nenes.”  

Nos explica que da canto, una vocalización y les enseña cómo es la apertura para el canto, dónde hay que colocar la voz, lo básico para que entiendan. Además trabaja con el piano para calentar la garganta, y después trabajan con las canciones del musical que se van a realizar a fin de año junto con las coreografías, haciendo un repaso desde el comienzo.

Así como ellos, la Escuela también cuenta con otros profesores en las distintas ramas, con la misma dedicación en la formación profesional de los artistas y con un trabajo personalizado y con mucha pasión en las formas de expresión. 


miércoles, 16 de octubre de 2013

Al Estilo Broadway


La Escuela Superior de Arte Escénico Lavalle se encuentra ubicada en Santiago del Estero 1155 de Neuquén Capital. Fue fundada en 2002 por la reconocida directora de teatro musical Claudia La Valle, quien fue además la precursora de esta corriente artística en la zona. 

Con mucha amabilidad y simpatía, Claudia nos abrió las puertas de su segundo “hogar” para contarnos todo sobre su vida profesional y el funcionamiento de su Escuela. 


Que te garúe finito: ¿Cómo fue tu formación profesional?
Claudia La Valle: Fue en Buenos Aires hace mucho tiempo. Si bien yo tengo una Escuela de Teatro Musical, antes no existían estas escuelas específicas. Así que nos preparábamos teatro por un lado, canto por el otro y danza por el otro. Con profesores y maestros que no me los olvido nunca porque son espectaculares, y que me han marcado en realidad en cosas que yo hoy tengo con los alumnos, fueron ellos los que me han marcado. Así que bueno, me preparé en todo eso en buenos Aires.

QTGF: ¿En qué academias te formaste?
CL: Estudié con Alejandra Boero en “Andamio 90” que es una Escuela de Teatro maravillosa. Después de mis profesores de Danza algunos fueron del Colón como Eterlinch y Cristina Longo; de Contemporáneo Freddy Romero. Fui con grandes maestros, no en un lugar específico pero si con grandes maestros. En canto Carlos Capdevila que era un genio, Nacho Ventura. 

Principalmente aprendí muchísimo trabajando, cuando empecé a trabajar profesionalmente, y ahí es donde aprendí con coreógrafos, con directores o actores importantes como Nacha Guevara, Ricardo Darín, tuve la suerte de compartir el escenario con ellos y otros muchos más como Luis Brandoni, etc.

De todos yo siempre fui una gran observadora, entonces aprendí a mirar y fui absorbiendo todo. No es que iba a trabajar y hacía lo mío, siempre traté de observar mucho y de aprender. Absorber todo lo que los demás tenían como grandes maestros.

QTGF: ¿Cómo se inició tu Escuela? ¿Cuáles fueron tus objetivos principales?
CL: Mirá, yo vine a Neuquén en el año 2001 y yo ya venía haciéndolo. Cuando llego a Neuquén empecé a proponer esto del teatro musical, la comedia musical no se conocía. Yo me acuerdo que hacía como charlas orientativas en las que la gente me decía ¿Qué es eso? Y como que se empezó una movida y me gustó el hecho de implementarlo. Había mucha gente que conocía el género pero no tenía la oportunidad de ir a Buenos Aires.

Entonces cuando la abrí, toda la gente que tenía ganas se acercó. Incluso hubo profesionales como Miriam Rotter, que fueron mis primeros alumnos, gente que ahora tiene escuelas o ya las tenía. Algunos todavía están, aunque parezca mentira porque esto fue en el año 2002 que fue cuando empecé realmente.

El primer año fue como para toda la gente que quería conocer. El segundo tripliqué los alumnos, por el boca en boca. Yo siempre digo que cuando uno hace bien el trabajo, después los beneficios se ven solos. Porque si bien venía de Buenos Aires y hay mucho prejuicio con eso, en realidad no, todo lo contrario, a mí me recibió muy bien Neuquén y yo me vine acá al Sur por un hecho de calidad de vida, de vivir mejor por la ciudad, con mis dos hijas que eran re chiquitas. Entonces bueno era un poco agradecer y volcar todo lo que uno fue trayendo en  toda su trayectoria, y un poco se lo fui dando a los alumnos. 

Empecé dando clases en la Conrado Villegas, después fui a otro lugar y hoy tengo este lugar que hasta tiene teatro. Fue realmente a pulmón. Mi marido también tuvo mucho que ver, me ayudó, no económicamente porque eso se fue generando con la Escuela, pero si en el apoyo, en implementar este lugar que es muy grande y el se da mucha idea de todo eso. Entonces fue construir mucho sobre todo lo que se fue haciendo. Y eso está bueno.

QTGF: ¿Qué criterios tenés en cuenta a la hora de seleccionar una obra?
CL: En realidad los alumnos me dicen: hagamos tal cosa, hagamos tal otra. Sigo lo que ellos quieren hacer. Hay veces que yo digo “vamos a hacer esto” porque es algo que a mi me gustaría hacer. Hice el musical “Rent” que fue impresionante, o “Despertar de Primavera” que fue otro muy grande. Entonces los musicales un poco los alumnos dicen “hagamos este por favor que me muero por hacerlo” y ahí seguí la intuición de ellos. Es muy lindo trabajar cuando los alumnos quieren hacer eso porque lo armas con muchas ganas. Lo que se genera en los ensayos es mucho más lindo que lo que se ve después.

Las adaptaciones también uno lo hace en función de la gente que tiene, del talento que hay. Hay una obra que es muy exigida, demasiado exigida entonces uno lo adapta de acuerdo a la exigencia que tiene con los alumnos; o al revés, un musical es muy liviano y por ahí hay gente que está todavía más preparada, entonces descarto ese musical y busco otro más exigido. Uno va viendo en función de lo que tiene, siempre fue así.

Está bueno cómo los alumnos van creciendo y se fue generando este elenco de artistas patagónicos que realmente saben hacer de todo: cantan, bailan todos los estilos, desde tap hasta un jazz maravilloso. También cantan todos los estilos, acá en la Escuela se les da varios géneros para que ellos vayan buscando su propio estilo también.

QTGF: ¿Cómo fue la selección de los profesores?
CL: Siempre los seleccioné yo porque tienen que tener un criterio en particular que es personalizar mucho en los alumnos, tener muchas ganas de enseñarle. Viste que hay muchos profesores muy egoístas que les dan hasta un tope porque creen que si no son más que ellos. Todos los que fueron así no están hoy en la escuela. Se quedan los que quieren que el alumno se desarrolle profesionalmente. 

Porque yo soy así, quiero que ellos –los alumnos- se desarrollen profesionalmente, de hecho tengo varios viviendo en Estados Unidos, así que realmente lo que se genera con los alumnos es impresionante y los docentes se acoplan a eso. Es un equipo de trabajo, no son docentes que vienen y no saben lo que hacen. Estamos todo el tiempo con un criterio en común de lo que estamos haciendo.

QTGF: Actualmente ¿Con cuántos profesores cuentan? ¿Cómo se dividen en las áreas de trabajo?
CL: Hay profesores de teatro, de canto son varios porque los grupos son más reducidos. En cambio en teatro son grupos más grandes al igual que en danza pero si, en canto hay varios, son cuatro docentes porque son varios alumnos. Después tenemos el mejor maestro de clásico que es Marcio Chinetti, que acá es el maestro por excelencia. 

Después hay otra profesora de danza que es Luciana Grosvald. Después las profesoras de jazz son las que se han recibido acá en la carrera profesional como Malena Montoya, Pablo Benegas. Luego de música hay uno. Son varias disciplinas que hay. Incluso hay distintos docentes para los talleres que para la carrera. Son muchos docentes.

QTGF: Al momento de hacer una obra, ¿Se fusionan las clases, los alumnos de distintos talleres?
CL: No, se dividen todos por grupo, de hecho hacemos como doce performance en el año. Cada grupo tiene su obra y su día. Es un laburo terrible, es mucho más fácil decir: “bueno chicos, hacemos todos juntos”, de hecho una vez lo hice pero fue un estrés bárbaro. Ahora en el español lo que hago es unid tres grupos de talleres porque son muchos, además todos quieren estar en el español porque está nuevo. 

QTGF: ¿Qué edades abarcan los talleres y la carrera?
CL: Los talleres desde los 7 años hasta los 60. Hay grupos de adultos, tengo dos grupos de adultos que son maravillosos. Hay grupos de adolescentes, más jóvenes, pre adolescentes, eso es todo el taller. Después la carrera si, es a partir de los 14 años en adelante y hay un tope de edad, salvo que sea canto y ahí sí. Pero después con danza tenes un límite y con teatro igual. 

QTGF: ¿Tienen algún cupo? ¿Hay algún examen de ingreso?
CL: No. Porque esta Escuela no es de nivel terciario. Mi Escuela, como la idea es que sean profesionales, es muy difícil decirles: “no podes entrar”.  A veces, te digo, sería bárbaro tener un examen de ingreso. A veces, sin embargo, lo más meritorio y lo que más me gusta es que la gente que no sabe nada sacarlos buenos, porque vienen con una ilusión, con muchas ganas y eso es lo que nosotros queremos. Mientras haya voluntad, yo creo que todo es posible. Algunos llegarán a ser más que otros, pero algo siempre hacen.

QTGF: ¿Qué obras van a realizar a fin de año?
CL: Ahora vamos a volver a hacer “Despertar de primavera” con los chicos más avanzados de la carrera. Con los adultos hacemos “Forever Young” que es una obra musical que se está dando ahora en Buenos Aires. Con los más chicos “Oliver Twist & Annie”, “Locos Re cuerdos” que es un infantil. Los más adolescentes quieren hacer “Fama”, que también la hacemos.

Yo hace poco hice como grande, como producción “Jazz Time” que fue impresionante. Fue un Español lleno de pie que para mi es increíble. Con músicos en vivo, orquesta en vivo. La gente si no sabía qué era, parecía un espectáculo de Buenos Aires. Se unieron varios talentos juntos y la obra fue increíble.

martes, 15 de octubre de 2013

Gustavo Lioy: La voz de un director

Era una cálida noche de sábado, llegamos al Arrimadero Teatro cerca de las 20.30 y al ingresar nos recibió con mucha simpatía una actriz que esa noche se encontraba trabajando en la taquilla. El lugar aún estaba vacío, las mesas ya acomodadas para la función y Gustavo Lioy, el director de "Juego de Damas Crueles", se encontraba detrás de una consola haciendo los últimos ajustas de iluminación.
Aguardamos algunos minutos y luego nos dirigimos a los camarines para encontrarnos con todo el elenco, mientras las actrices se maquillaban y peinaban. Luego de conversar con todo el elenco, pudimos tener una charla más personalizada con Gustavo, para que nos cuente un poco más sobre su carrera y formación profesional.

Que Te Garúe Finito: ¿Cómo empezaste tu carrera en el teatro y que fue lo que más te motivó?
Gustavo Lioy: ¿Hacer teatro? Siempre quise hacer teatro, en realidad yo quería ser actor de chico, desde que empecé a ir al teatro a los 5 años y vi mi primera obra. Yo vi que quería estar arriba del escenario y quería hacer eso que estaba viendo. No entendía muy bien ni cómo ni cuándo pero yo quería estar haciendo teatro.

Después en la adolescencia seguí haciendo talleres y a los 21 entré en el Conservatorio de Arte dramático en la carrera de actor. En el último año de la carrera me di cuenta que me gustaba más la dirección que la actuación.

Trabajé muy poco como actor, de hecho hice 4 obras como actor y dirigí 16. Entonces, lo que hice cuando salí de la carrera de actor fue trabajar al lado de directores. En los proyectos que salían yo, como asistente de dirección de un montón de gente, fui aprendiendo del oficio al mismo tiempo que iba trabajando. No estudié dirección sino que me formé trabajando como asistente de productores y desde el 2000 empecé a dirigir mis propios espectáculos.

QTGF: ¿Y no te atrapa la idea de volver a la actuación?
GL: No. El año pasado me retiré. Fue mi último espectáculo que hice como actor. A los 40 decidí cortar con la actuación. La verdad es algo que no me divierte mucho. O sea, es un trabajo, lo hago, pero si tengo que elegir, me quedo con el de director. Me parece mucho más divertido, más interesante, más rico para mí, el director que el actor.

Lo que sucede acá en Neuquén particularmente es que hay muy pocos actores varones. Hay muchas mujeres, muchas actrices. Yo veo que a veces los directores tenemos que prestarnos entre nosotros a trabajar en las obras de los colegas. Entonces luego uno termina actuando con un director y después ese mismo es actor en una obra nuestra. Por eso actué más de lo que hubiese querido.

QTGF: ¿Por qué decidiste venir a Neuquén?
GL: Vine huyendo en realidad de una desilusión con Buenos Aires. En lo personal creo que también con la Ciudad. Estaba muy peleado con lo laboral, no funcionaba. Surgió la posibilidad de venir un verano para acá. Vine en un momento en el que no había nada de teatro así que encontré la posibilidad de empezar a trabajar de a poquito y terminé quedándome. A los siete meses hice la mudanza definitiva y no paré.

La verdad es que estoy más que agradecido porque Neuquén me dio la posibilidad de vivir del teatro cosa que Buenos Aires no me dio. Ninguna otra ciudad en la que viví me dio la posibilidad de vivir del teatro como me lo dio Neuquén, por eso que estoy más que agradecido.

Foto gentileza de Lidia Barreto de "Son Miradas Fotografía."
QTGF: ¿Qué opinas sobre la producción de teatro a nivel provincial?
GL: Hay mucha producción. Yo veo que cada vez hay más teatro y está bueno. Creo que hay de todo, hay teatro muy bueno y teatro muy malo, y también un teatro estándar, y eso me parece que es muy interesante.

Lo que sucede es que cuanto más teatro hay, el público se acota. Hace cuatro o cinco años al haber mucho menos producción las obras estaban mucho más tiempo en cartel e iba más público. El espectador es más o menos el mismo, es poco lo que ha crecido en estos años.

Hoy viene menos público, pero también es interesante eso porque te pone en un lugar de mejorar cada vez más y que cada obra sea superior a la anterior. No te podes relajar y estar tres años con la misma obra porque se te acaba el público. Hay que producir algo nuevo y eso, a nivel artístico, es muy interesante.

QTGF: ¿Qué función cumplís dentro de El Arrimadero Teatro?
GL: Soy el Director artístico de la sala, por mis manos pasa la programación, qué obras se ponen en el escenario, todo lo que tiene que ver con teatro. Después hay otra chica que se encarga del área música y otra que se encarga de los talleres. Además soy un poco como el administrador, llevo las cuentas, llevo los trámites.

Por otro lado, formo parte de una asociación civil cultural sin fines de lucro que son “Los Siete Locos”. Somos los que manejamos el espacio, o sea, las tareas están repartidas, todos tenemos una función específica dentro de la asociación y del manejo de la sala.  

QTGF: ¿Tenes algún grupo o equipo de trabajo fijo?
GL: Yo tenía un grupo de trabajo, pero hasta el 2010. En ese año se terminó el grupo que yo había formado cuando llegué, que se llamaba Sur Menage. Con ese grupo hicimos varias producciones pero por cuestiones internas se disolvió. A partir de ahí decidí que quería tomar distancia con el tema grupal.

Prefiero armar elencos concertados para cada una de las obras que yo tengo ganas de ir haciendo. Este elenco es para esta obra y no se va a repetir en otra ni viene de otra. Sí, a veces se repiten los actores, suelo mezclar mucho los actores. Esta actriz va a estar en la próxima obra, esta actriz no va a estar en la próxima pero capaz que dentro dos o tres obras vuelva a aparecer. Me parece que a mi no me funciona el trabajo grupal ya en esta instancia, prefiero el recambio constante de gente.

QTGF: ¿Cómo manejas los diferentes recursos? ¿Vestuario, escenografía, musicalización, iluminación?
GL: En mi caso, el vestuario ya hace tres espectáculos que lo viene haciendo Yazmín Mer que es la vestuarista que tenemos. Confío en ella el tema de diseño y confección de vestuario.

La escenografía la pienso yo pero la hacemos con el resto del grupo dependiendo del proyecto. En el caso de la iluminación lo hago yo y lo trabajo con el técnico de la sala y entre los dos vamos inventando.

En esta obra en particular la iluminación no está muy presente, no era mi intención, ni tampoco la escenografía. Es bastante despojado todo lo que es el recurso visual. Me parece que acá es más importante el texto, porque tenía ganas de que se lucieran y que se luzcan los actores diciendo sus líneas. Le saqué todo lo que contaminara esa atención. Además, no hay música. La música es en vivo y la hacen los mismos actores. Hay un personaje que se dedica a cantar toda la obra.


jueves, 10 de octubre de 2013

En escena: "Juego de Damas Crueles"

El Arrimadero Teatro de Neuquén presenta todos los sábados de octubre a las 21, la obra teatral “Juego de Damas Crueles” dirigida por Gustavo Lioy. Es una adaptación de la obra de teatro escrita por el dramaturgo argentino Alejandro Tantanián en 1995.

La obra muestra la historia de tres hermanas que juegan a un juego macabro, en el que intentan establecer un contacto con su hermano fallecido para reconstruir su pasado y comprenderlo. El elemento principal es el lenguaje, que se utiliza de manera violenta y pornográfica dejando perplejos a los espectadores. 

Asimismo, la obra toca temas muy delicados y fuertes a la vez, donde se retrata una situación familiar llena de abusos, incesto y asesinatos, con una evidente complicidad y ocultamiento de los hechos por parte de las hermanas. 

En escena se encuentran 4 actores, las tres hermanas “Ulrica” (interpretada por Silvana Feliziani), “Juliana” (Laura Sarmiento), “Leopolda” (Irma Tomasczik) y  el hermano fallecido “Enrique” (Ariel Forestier)

 Ariel Forestier - Gustavo Lioy - Irma Tomasczik - Laura Sarmiento - Silvana Feliziani





Gustavo Lioy, el director de la obra, nos contó que hacía mucho tiempo que quería realizar esta obra, pero le constó conseguir un elenco que se animara a interpretar los textos por su fuerte contenido, “es una obra que tiene un texto muy difícil, muy crudo, por momentos muy pornográficos entonces era muy difícil que los actores se animaran a estas partes.”

Si bien la obra posee una gran carga emocional, Gustavo nos cuenta que “no es una obra que pretenda dejar un mensaje ni nada de eso, ni tampoco tiene que ver con el momento que estamos viviendo, es simplemente una ficción.”

Hay una utilización intencionada del vestuario y de la escenografía, que intentan transmitir sensaciones a los espectadores. La diseñadora que está a cargo del vestuario es Yasmín Mer. 

Tiene como característica la utilización de muñecos de distintos colores que tienen su propia identidad, para representar la imagen del hermano. Ariel, quien interpreta a Enrique, nos comenta que “es una obra donde hay imágenes muy concretas y juegos con el tema de los colores de Enrique. A medida que va cambiando de color también lo hace su personalidad y su relación con las hermanas. Entonces los colores cumplen un papel fundamental.”

A diferencia de Enrique, el vestuario de las hermanas se caracteriza por el negro transmitiendo una sensación lúgubre. En cuanto a la escenografía hay una fuerte presencia de lo lúdico, cuando se hace referencia al “Juego de la Oca” e incluso con las mesas que están trabajadas como un trablero de ta-te-ti.

Antes de salir a escena tuvimos una amena charla con el elenco y nos comentaron por qué decidieron interpretar esta particular obra de teatro:

Silvana Feliziani: En mi caso fue un desafío el texto, yo lo leí hace varios años antes y me pareció imposible. Después pasaron un par de años y lo volví a leer y no me pareció tan imposible. Y bueno, apareció la propuesta y me animé a hacerlo.

Laura Sarmiento: En mi caso particular yo tenía muchas ganas de hacer una comedia. Gustavo Lioy me convocó y como él es un Director que generalmente hace comedias dije: “bueno, acá está mi comedia”. Cuando  leí el texto me largué a llorar y dije: “Bueno, seguiremos con el drama, pero me encantó”. Desde el primer momento, no dudé en ningún momento, a mí me atrajo el texto fundamentalmente. Tenía que decir que sí. Y bueno después de saber que me haya convocado Gustavo y el tema de mis compañeros ya está, estaba todo. 

Irma Tomasczik: A mí también el texto me atrapó y era la duda de cómo íbamos a llevar a cabo la puesta en escena porque los textos son muy fuertes, pornográficos, mezclados con poesía, entonces digo, bueno, está todo en manos del director y bueno. Me dejé llevar.

Ariel Forestier: En mi caso fue muy particular, yo venía de una transición donde estaba con otro grupo que teníamos más de once años de trabajo juntos, y en plena transición me convoca Gustavo, y un día o dos antes me convocan también Malena y Agostina de Patagonia For Exporting. Son dos proyectos en los que dije que sí enseguida. Me acuerdo que Gustavo me dijo “mira, lee la obra y después contame”, leí la obra y me encantó. Soy un actor que se inclina mucho por el tema del drama y esta obra me pareció super importante y trascendente. Y también el elenco, hoy considero que estoy trabajando con las mejores actrices de Neuquén.

Te dejamos la página de la obra para mayor información. ¡No te la pierdas! http://juegodedamascrueles.blogspot.com.ar/